jueves, 5 de mayo de 2011

Amigos

Hace unos meses estaba con un amigo mío que se llama Jesús. Éramos como hermanos, siempre estábamos gastándonos bromas, pero nunca nos enfadábamos asta que un día


jesús tenía
un coche de gasolina, que era lo que más quería en el mundo. Porque se lo regaló su abuelo, que había fallecido recientemente.
Pues yo le iba a hacer una broma con ese mismo coche, pero esta iba a ser diferente. Porque en esta que iba a asustarle. Iba a cortar un cable de la bateria, así el coche no arrancaría.
Pero... no me di cuenta y corté el de la gasolina. Jesús fumaba, pero decía que lo estaba dejando. Y  antes de arrancar el coche siempre se fumaba un cigarro. Pero tenía la manía de no pisarlo y cuando arrancó el coche en una curva pasó por debajo del cigarro y el coche empezó a quemarse y llegó el fuego al depósito de la gasolina y rebentó el coche. Me dijo que no me lo perdonaría nunca.

Y yo me harmé de valor, y le llamé al movil para quedar para pedirle perdón. Y quedamos en que nuca nos gastaríamos más bromas.

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